Notas de junio
En esta nueva sección mensual comparto fragmentos de mi camino como escritora: lo que he leído, lo que he escrito, lo que me inspira, lo que aprendo. Notas de un diario abierto para tomar conciencia.
He decidido empezar a compartir un resumen mensual de mi escritura, lecturas, reflexiones y recomendaciones varias.
Siempre he disfrutado leyendo este tipo de life updates, así que me lanzo a ello y espero conseguir un doble beneficio: por un lado, quizás el más relevante para mí ahora mismo, ser consciente de mi propio proceso al tener que revisarlo mensualmente y ponerlo por escrito. Y por otro lado, compartirlo con la esperanza de inspirar a otros.
Junio ha sido un mes intenso y cansado. En lo personal y en lo profesional. Con catarsis vital, viaje familiar y boda cercana incluidos.
A pesar de ello, no sé ni cómo, he encontrado el tiempo para progresar también en el ámbito creativo. Supongo que el compromiso semanal con este espacio ha sido determinante. De otra manera, estoy segura de que me hubiese dejado llevar por la inercia de los pequeños (y grandes) acontecimientos diarios que lo inundan todo. En ese sentido, ha sido una especie de salvavidas.
Lecturas
La muerte en Venecia
Esta lectura fue breve, deliciosa y muy placentera. Y al mismo tiempo, turbadora y extraña, incómoda. Recuerdo cómo desde las primeras páginas me transporté a un mundo que ya no existe. El autor consigue sumergirte en la historia desde los sentidos, los escenarios, la atmósfera y la estética. Pero sobre todo, te mete dentro del personaje principal, que está magistralmente construido, no solo en su cabeza, sino en sus sentimientos más íntimos e inconfesables, en sus vergüenzas, en lo más enrevesado de su ser.
No puedo dejar de recomendar su lectura, como ya hice en mi selección de Lecturas Recomendadas (Edición Verano 2025). Lo encuentras aquí.
Después empecé un libro de no ficción sobre meditación que me prestaron, pero lo tengo en pausa, los primeros capítulos no me resonaron. Aún no sé si puedo recomendarlo o todo lo contrario, pero quiero darle una oportunidad, así que me lo guardo para el próximo resumen mensual.
La casa de los espíritus
Para no quedarme en el bloqueo lector, empecé a releer este imprescindible de Isabel Allende. Lo leí hace demasiados años y había olvidado esta gran historia, que me llamaba de nuevo, así que sentí que era un buen momento para perderme en una de las novelas que más he disfrutado en mi vida. Me parece que el verano es el momento ideal para volver a leer nuestras novelas favoritas.
No hace falta que hable mucho de este libro, así que simplemente dejo el enlace aquí, por si alguien aún lo tiene pendiente.
Escritura
Este mes, conseguí escribir varios artículos para Substack, entre ellos algunos ensayos literarios que me han hecho recordar, releer, investigar, documentarme y aprender.
Es uno de los efectos colaterales de escribir esta newsletter, que tanto bien me está haciendo.
Tengo que decir que me siento bastante orgullosa de haber escrito estos artículos. Y no es un tema de calidad, sino de compromiso conmigo misma, con mi aprendizaje y con mi creatividad. Siento que la tendencia es positiva y que esto solo puede seguir mejorando.
Aprendizajes
Este mes mi mayor aprendizaje ha venido impuesto por la vida, que va totalmente a su bola y le importa un pepino los planes que te has hecho durante años.
He aprendido a abrazar lo que es, y no lo que pensaba que sería.
He aprendido a abrazar que la vida es incierta, cambiante y sorprendente. A veces para bien, a veces para mal. Nunca estática. Y desde luego, nunca como te esperabas.
He aceptado que la vida es cambio. Y a todos nos da miedo el cambio, pero es lo único que no cambia y solo podemos aceptarlo y aprender a vivir con la incertidumbre. Y digo vivir, no sobrevivir. Me refiero a buscar la manera de vivir con toda la ilusión, día tras día. A pesar de los retos que inevitablemente nos vamos encontrando por el camino.
Una frase sobre el cambio
De pronto, me he convertido en otra persona. Con otras aspiraciones, otros planes, otra mentalidad. Otra realidad.
- Marina Uclés
Una recomendación random
Cuando llega el verano, hay un placer sencillo pero sofisticado que me hace sentir que estoy viviendo la dolce vita: un buen Spritz.
Lo descubrí hace tiempo cuando estuvimos en Venecia y todo el mundo lo bebía a todas horas. Desde el aperitivo de las 12.00h, en la comida, en la sobremesa, en el tardeo, en la cena, y después de la cena.
Desde entonces soy fan del spritz. Tiene un sabor único, no muy dulce, es refrescante y no lleva demasiado alcohol. Ten en cuenta que no en todos los sitios lo sirven bien, pero la receta es muy simple (puedes verla aquí), por lo que es ideal para prepararlo en casa y viajar a Italia en un momento.
Y así ha sido junio: intenso, lleno de giros y, a pesar de todo, fértil. Ya tengo el cuaderno abierto para julio.